jueves, 20 de mayo de 2010

¿Por qué derribó Cuba dos aviones norteamericanos de Hermanos al Rescate?



El 24 de febrero de 1996 la Fuerza Aérea de Cuba derribó en sus aguas territoriales dos aviones piratas tipo Cessna, procedentes del aeropuerto de Oppaloka, en el Estado norteamericano de La Florida, mientras sobrevolaban el espacio aéreo. Las naves cayeron a distancias entre cinco y ocho millas al norte de Playa Baracoa, al oeste de la Ciudad de La Habana. Los pilotos pertenecían a la organización Hermanos al Rescate.

El día del derribo, justo después que los tres aviones despegaran desde el aeropuerto de Oppa Locka, el controlador de la torre del aeropuerto se dirigió a José Basulto, presidente de Hermanos al Rescate, y dijo: “buena suerte.” y la respuesta de Mr. Basulto fue: “la necesitaremos.” la pregunta es: ¿por qué un piloto de 30 años de experiencia y una licencia profesional y miles y miles de horas en el aire necesita suerte ese día?

El presidente y fundador de “Hermanos al Rescate” tiene una larga relación con Cuba que data de 40 años atrás desde el tiempo que él era un operativo de la CIA que había sido introducido clandestinamente en cuba a finales de los años 50 y principio de los 60, para crear algunas insurrecciones armadas. Después de eso participó en la fallida invasión a Bahía de Cochinos. Retornó a Estados Unidos pero regresó otra vez en los 60 a Cuba y llevó a cabo un ataque con un cañón a un hotel, y voló el hotel con algunas personas adentro. Él ha admitido estas cosas y está orgulloso de todo esto.

Basulto estuvo involucrado en la confección de artefactos caseros que serían dejados caer sobre Cuba para dañar personas y él le ha admitido esto al Buró Federal de Investigaciones. Consta en actas.

El objetivo de Hermanos al Rescate desde 1994 es provocar al gobierno de Cuba. Llenaban planes de vuelo diciendo que iban a buscar balseros, pero no seguían los planes de vuelo. Ellos volaban hacia cuba, penetrando su espacio aéreo una y otra vez, lo que es totalmente ilegal, violando las leyes internacionales, las leyes cubanas y las reglas de la Administración Federal de Aviación.

Dejaron caer propaganda desde los aviones, incitando a la población a sublevarse contra Fidel Castro. Dejaron caer abundantes panfletos, volando a la altura de los tejados, sobre áreas muy pobladas.

El gobierno cubano estaba obviamente alarmado por estas actividades. Cuba mostró serenidad, jamás se derribó a los violadores cuando comenzaron sus actividades. Varias notas diplomáticas muestran que el gobierno de Cuba dijo a EE.UU. “Ustedes tienen que parar a este hombre. No pueden dejarlo volar sobre La Habana, sobre Guantánamo y sobre las provincias y dejar caer panfletos y hacer lo que está haciendo. Eso es peligroso, eso está contra todas nuestras reglas, eso está prohibido, tienen que pararlo.”

¿Qué hizo EE.UU.? Asombrosamente ellos no hicieron absolutamente nada y todo vino a empeorar el 13 de julio de 1995. Fue el día de una gran flotilla que fue hacia Cuba a protestarle al gobierno. “Hermanos al Rescate” anunció que iban a salir con una escuadrilla de sus aviones y sobrevolar La Habana y áreas pobladas en los alrededores. En ese momento cuba dijo: observen, nosotros tenemos que tomar muy fuertes medidas.

Basulto y sus aviones volaban sobre La Habana a baja altura, incumpliendo con las reglas de tráfico aéreo. No es solamente el riesgo de colisión, también está el problema de que interrumpieron las frecuencias de radio de La Habana, utilizaron las frecuencias de control de trafico aéreo, para hablar todo tipo de cosas políticas, como “soy un cubano libre, mis hermanos”, y toda clase de tonterías, que desvían la atención de los controladores del tráfico aéreo, que están dirigiendo a los jumbos y deben conocer su altitud, sus rutas etc.

Los cubanos enviaron a la Administración de Aviación Federal notas de advertencia sobre Basulto y los pilotos de “Hermanos al Rescate”, para que no violaran más el espacio aéreo cubano, que está en el límite de las 12 millas fuera de cuba. Que le prohíban bajar allá y volar sobre La Habana. Hacer eso es algo peligroso. Les advirtieron que de hacerlo, corrían el riesgo de ser derribados.

¿Que hizo Basulto? Ignorarlos por completo, bajó y llevó a su escuadrilla de aviones. Se establecieron centros de mando especiales en Miami y en La Habana y les dijeron a todos los aviones comerciales que sintonizaran frecuencias diferentes ese día, para que no fueran interferidas sus comunicaciones por la interferencia de Basulto. Tuvieron que tomar medidas.

Lo sorprendente del incidente del 13 de julio es que está grabado en video. Ellos tenían una cámara de video de la NBC y reporteros dentro de sus aviones, y filmaron todo. Volaron a la altura de los techos, sobre La Habana, sobre la refinería, lo cual preocupó grandemente a los cubanos, dados los antecedentes de disparos con ametralladoras contra hoteles y otras cosas.

El video muestra a Basulto jugando al ratón y al gato con los MIGs sobre La Habana. En el video se le puede ver bajar y lanzar cosas por la ventanilla, propaganda. Ese día se mostró serenidad. No se derribó a nadie.

Una transcripción de 30 minutos de conversación de Basulto con los controladores del tráfico aéreo de La Habana revela como le comunicaban que no le garantizaban su seguridad, que la fuerza aérea cubana estaba sobre el área y que podían derribarlo. Le vuelven a repetir, no podemos garantizar su seguridad. ¿Qué hizo Basulto? Los ignoró completamente, sobrevoló La Habana cuando regresaba a EE.UU. y apareció triunfalmente en las noticias de las 6 en punto. Se vanaglorió de la forma en que entró en La Habana y no le hicieron nada. Se estaba burlando en las narices de los cubanos; ya era una humillación.

En esos momentos Cuba envió un claro aviso al Departamento de Estado, y fue personalmente entregada a Basulto. Dice el anuncio público del Departamento de Estado de EE.UU., agosto 8 de 1995: ” el Departamento de Estado avisa que la entrada en aguas territoriales cubanas o a su espacio aéreo, sin previa autorización del gobierno cubano, puede conducir a ser arrestado y sujeto a las leyes cubanas.”

En un anuncio público del 14 de julio de 1995, un día después de la flotilla, el gobierno cubano expresó su firme determinación de tomar la acción necesaria para defender la soberanía del territorio cubano y evitar las incursiones no autorizadas del espacio aéreo y las aguas cubanas.

Debido a que ellos habían dado esta alerta antes, se previene y alerta a cualquier embarcación extranjera de que puede ser hundida y cualquier aeronave derribada. El Departamento de Estado tomó este anuncio seriamente. Todos tomaron en serio este anuncio, excepto José Basulto, quien dirigió a 4 hombres a sus trágicas muertes.

Ahora, ¿qué sucedió después del 13 de julio?. Aunque había un video del Sr. Basulto envuelto en esta actividad provocativa de sobrevolar la capital de un país extranjero, nada sucedió. No le retiraron su licencia. Le permitieron continuar volando. Por tanto, lo que pasó fue que él mantuvo su actitud y continuó realizando estos vuelos no autorizados. Eran sólo misiones de provocación.

En enero 9 y 13 de 1996 vuela sobre Cuba y lanza 500 mil proclamas y después que Basulto realiza este viaje va a Radio Martí, y allí fanfarroneó sobre como violó otra vez el espacio aéreo cubano y el comentarista ridiculizó a los cubanos porque a pesar de que despegaron un MIG, no pudieron responderles a ellos. Otra burla en la cara de Cuba.

El 24 de febrero de 1996, día del derribo, Basulto y los otros aviones volaron para desafiar al gobierno cubano nuevamente, provocarlos y hacer un show. Esto es lo que ellos se proponían.

El Departamento de Estado contactó a la FAA el día antes del derribo y le envió el siguiente comunicado: “…es probable que los “Hermanos al Rescate” intenten un vuelo no autorizado dentro del espacio aéreo cubano, en desafío al gobierno de cuba…”. Al final, el Departamento de Estado “también indica que el gobierno cubano será menos tolerante con los vuelos no autorizados en su escenario, en este momento”.

Ellos sabían, todos sabían, que el derribo se produciría. Lo sabían en la FAA, en el Departamento de Estado, en Cuba lo sabían y Basulto lo sabía también. Él fue advertido por la FAA y el Departamento de Estado. Si usted sigue presionando esto podría ocurrir, y eso fue exactamente lo que sucedió. Aquel día el Sr. Basulto no siguió el plan de vuelo. Lleno un plan falso. Salió de Opa-Locka y fue recto al interior de la Florida y luego salió de los Everglades por el área de Thousand Island, cayo al sur, subió al oeste e hizo un patrón hacia La Habana.

Aquel día, justo sobre La Habana, hay un área llamada mud-9. Esa zona estaba restringida, estaba activada y el gobierno cubano había emitido una comunicación notams, que fue cursada al aeropuerto de Opa-Locka, de donde ellos despegaron. Este notams decía que habrían ejercicios militares en esa área los días 24, 25, 26, y 27 de febrero, manténgase fuera de esta área. Se desarrollarían maniobras militares y lanzamiento de misiles tierra aire.

Cuando el Sr. Basulto pasó el paralelo 24 entró en el área mud-9 y justo detrás de él los otros aviones. El controlador de tráfico aéreo de La Habana habló con Basulto y le dijo: “está corriendo un riesgo”, a lo que Basulto respondió: “conozco el peligro, soy un cubano libre y haré lo que hace un cubano libre, pero estoy prevenido del riesgo y el peligro”. Él dijo, “nosotros estamos en peligro cada vez que hacemos esta misión”. El sabía claramente lo que estaba haciendo. No es como el gobierno norteamericano ha tratado de presentarlo, como el derribo de unas personas que estaban tratando de buscar balseros en aguas internacionales. Eso es lo que alegan, pero no es lo que ocurrió.

De cualquier manera, ellos entraron en esta zona y la evidencia muestra que ningún piloto cuerdo volaría dentro de una zona militar activada, excepto Basulto y aquellos otros dos aviones, porque estaban en una misión de provocación.

¿Qué sucedió después de eso? Todo el mundo concuerda en una cosa, el gobierno, los expertos, técnicos de radar, y es que los aviones estaban dentro del espacio aéreo cubano, invocando la alerta de que los cubanos derribarían cualquier avión que penetrara en su espacio. Y fueron derribados.

En los primeros días de junio de 1996 el Consejo de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) efectuó en Montreal una sesión de trabajo para analizar el informe de la comisión encargada de investigar los hechos.

Estados Unidos no logró su propósito de imponer un acuerdo de condena contra Cuba por el derribo de los aviones piratas.

El documento de la OACI, aprobado por consenso, reafirma el principio de que cada Estado debe tomar medidas para prohibir el uso de aeronaves civiles matriculadas en su territorio con fines incompatibles con el Convenio de Aviación Civil Internacional.

La referencia es una censura implícita a la responsabilidad del gobierno norteamericano en la actividad de grupos con sede en su país e implicados en la violación del espacio aéreo de la Isla. También desestima inculpar a Cuba por las consecuencias de esa acción realizada con pleno conocimiento de causa por la organización Hermanos al Rescate.

Cinco años y unos meses después, el 11 de septiembre de 2001, los norteamericanos sufrieron en carne propia los efectos devastadores de aeronaves civiles sobrevolando su propio espacio aéreo. Toda una tragedia que lamentó el mundo entero.

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